Abril 2024
Las mujeres nos enfrentamos de manera constantante a múltiples formas de discriminación que no sólo tienen que ver con el género, sino con muchas otras características que son motivo de exclusión social y que sin duda limitan el acceso a nuestros derechos, por lo que resulta importante hablar de discriminación si es que realmente se quiere avanzar en la agenda de género.
Sabemos que debemos hacer frente a una desigualdad particular por el hecho de ser mujeres, sin embargo, existen muchos factores adicionales que la agravan incluso entre nosotras -como la discapacidad, el origen étnico, el estatus migratorio, la edad, entre otros- dejándonos en una posición de doble vulnerabilidad.
Por ejemplo, en Encuesta Nacional de Discriminación (ENADIS) 2022 elaborada por el INEGI, en colaboración con CNDH y CONAPRED, se estima que el 30.9% de las mujeres afrodescendientes han vivido alguna forma de discriminación en los últimos 5 años y que el 25.5% considera que se debe a que son mujeres afrodescendientes, es decir que se enfrentan a una doble discriminación: por el hecho de ser mujeres y por el hecho de ser afrodescendientes.
Con esto no intento decir que unas son más o menos vulnerables que otras, sino que debemos ampliar el campo de visibilidad cuando abordamos alguna problemática que tiene que ver con las mujeres o cuando proponemos nuevas estrategias, leyes o programas que busquen hacer frente a la desigualdad, es decir, que debemos tomar en cuenta el contexto y situación que atraviesan otras mujeres para así, poder hablar de una verdadera inclusión y generar un verdadero impacto al menos en la mayoría.
La discriminación que vivimos en México y en el mundo es una realidad que persiste y que se agrava por otras formas de desigualdad. Por ello, debemos visibilizar otras realidades, para atender las problemáticas de manera integral, pues al tener en cuenta la interseccionalidad es posible desarrollar estrategias para promover la igualdad de derechos y oportunidades para todas las personas y en ese sentido, lograr que la igualdad de género sea una realidad.
Sé que hablar de los temas involucrados en la agenda, sin duda nos inspira a reflexionar y a desafiar nuestras percepciones, sobre todo cuando ponemos sobre la mesa otros escenarios que normalmente pasan desapercibidos, por ello quiero invitarte a que sigamos profundizando sobre el camino a la igualdad. ¡Te espero en mi próximo texto!